Según la FAO, como principales habitantes de los bosques, los pueblos indígenas juegan un papel vital en el cuidado y monitoreo de este importante recurso para la seguridad alimentaria.
Durante mayo, habitantes de las principales comunidades indígenas de Panamá participaron en capacitaciones para el manejo de drones de ala fija y otras tecnologías para detectar cambios en el uso del suelo que puedan amenazar los ecosistemas de los bosques.
La inducción en el manejo de drones es parte de un proyecto de monitoreo comunitario de bosques en territorios indígenas de Panamá, que contempla capacitaciones teóricas y prácticas, acompañamiento técnico y dotación del equipo y software necesario.
“Estas herramientas nos permiten conocer las características de los bosques y los recursos que tenemos en nuestros territorios”, -señaló Eliseo Quintero, representante de la Comarca Indígena Ngäbe-Buglé, quien destacó que la participación de diferentes actores y organizaciones es clave para el cuidado de los recursos naturales.
Según la FAO, el monitoreo forestal comunitario permite generar información de alta precisión para mejorar la toma de decisiones y gestión de los territorios por parte de los pueblos indígenas, utilizando una metodología estandarizada y respondiendo a las necesidades específicas de manejo de los recursos naturales de cada territorio.
“El monitoreo comunitario permite gestionar y conservar los bosques en territorios indígenas y aportar a la estrategia nacional de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero causadas por la deforestación y degradación de los bosques, REDD+”, explicó Tito Díaz, Coordinador de la FAO para Mesoamérica.
Ojos en el cielo
El monitoreo con drones tiene como principal objetivo identificar cambios en puntos específicos de la cobertura boscosa sometidas a procesos de deforestación y degradación que solo son observables desde el cielo, con imágenes de alta resolución.
El monitoreo con drones puede generar información durante todo el año, inclusive en épocas lluviosas. Los drones también permiten el monitoreo de incendios forestales, invasiones al territorio y monitoreo de cultivos, permitiendo una mejor gestión de los recursos naturales en territorios indígenas.
Las capacitaciones a los representantes de los pueblos indígenas de Panamá incluyen la elaboración de planes de vuelo, armado y maniobra de drones, procesamiento de imágenes y la elaboración de mapas de alta resolución.
Un recurso clave para la seguridad alimentaria
Más de la mitad del territorio panameño está cubierto de bosques. Según la FAO, una adecuada gestión del sector forestal tiene el potencial de contribuir a reducir la pobreza mediante la creación de puestos de trabajo, la producción de alimentos, la protección de cuencas hidrográficas y la prestación de servicios ecosistémicos como el almacenamiento y la captura de dióxido de carbono.
“Para que el sistema nacional de monitoreo de bosque sea sostenible debe contar con la participación activa de todos los actores del sector, como parte del compromiso del país para hacer frente a los efectos adversos del cambio climático”, señaló la jefa de la Unidad de cambio climático del Ministerio de Ambiente de Panamá, Rosilena Lindo.